miércoles, 29 de abril de 2020

PIÉLAGO VIII y IX, 2020

AGUA (TEXTO III)
Allí se llega bestia indómita,
amputada de la voz y la batalla, rotura prolongada de las fábulas,
desunida de la sombra y del tacto,
desperdigada en la frágil memoria del agua.
Allí se llega desplazando de la madrugada
el último segundo que viola las tinieblas,
guardando el amanecer al olvido hasta poder aprehender la luz,
posándola entre la dermis y el nombre, riendo el delirio y el futuro.
Allí se llega trepando el fin del término, apostando cielos,
nutriéndose de polvo, volando la sangre del designio,
sin pertenecer a las sombras ni a la luz,
siendo de la penumbra que pare monstruos y diosas.


PIÉLAGO VIII, 2020. Cerámica, esmalte, alambre y lienzo. Medidas 24 x 18 x 10 cm
PIÉLAGO IX, 2020. Cerámica, esmaltes, alambre y madera. Medidas 40 x 28 x 15 cm

domingo, 26 de abril de 2020

PENÉLOPE ISLAS: CORREA II, 2020

PENÉLOPES ISLAS
La renuncia las paseó ordenadas en territorios circulares,
los viajes archivados en carpetas de olvido,
heroínas apresadas en islas cercadas.
La huida fueron los mares de batallas ondulares,
combates de búsquedas y pérdidas,
sin interesar ya la posesión, sólo la idea.
La frontera de las islas se desdibujo prendida a evocaciones,
fragmentando el mar en cómputos de tiempo,
ayer fueron hebras de espuma. Nudos de mareas el futuro.
La frontera de las islas el pavor la trazó amorfa,
las letras una y otra vez empeñadas en grabarla, tarde,
tan tarde, que la línea quedó desvanecida por las derrotas,
se vició de desgana el aire,
se hizo con las huellas el temblor.
Entonces se bebieron el mar,
les brotó tapándoles la boca,
la oclusión condenó a malditas las estrofas,
así la unicidad relató la historia.
La renuncia silenció a las guerreras
y la desmemoria desmembró los versos.
PENÉLOPE ISLAS: CORREA II, 2020. Cerámica, esmaltes, tul, madera y pintura. Medidas 40 x 28 x 11 cm.

lunes, 20 de abril de 2020

VACIANDO EL EDÉN/ BALEIRANDO O EDÉN 2020

QUE NADIE TE DIGA (II)
Que nadie te diga cómo, entre las flores,
el primigenio olor del plástico,
seminal del siglo, corrupción de los verdes
en campos de polímeros monocromos,
mímesis los colores enrejados en jardines postizos,
como sucedáneos de edenes vaciados,
cuando una luna postiza ilumina los ángulos
del escuálido árbol redentor de las letras,
con palabras que aprenden monosílabos,
sobornos de ecos crepusculares entre púrpuras,
como memoria de fotografías,
como evocación de un sol
que no recorre los mismos bosques,
fantasmales sombras calcinadas.

Que nadie te diga que
podrás posarte en la canícula suspendida
porque tendrás las plantas arañadas por las fisuras de la tierra
y dejarás un níveo rastro de desierto,
una estrechez de pasos,
una insistencia en fronteras circundadas,
una exigua marcha hacia la nada
en carreteras que nunca serán rutas,
cuando la floresta se vence infestada de alquitrán
en horizontes corrompidos por celdas de hormigón,
como panales dulcificados con mieles de promesas,
como zumbidos de repetición
en horas vigiladas de la vigilia urgente.
Al unísono, todos, todos, todos,
los mismos sueños.                                                                         
Medidas 100 x 110 x 110 cm
Cerámica, esmaltes, alambre, PVC, tierra de sequía.