MATERIA DE BARROS. RUTH LODEIRO, ESCULTURA : enero 2019

martes, 29 de enero de 2019

PENÉLOPES ISLAS TRÍADA, 2019

La renuncia las paseó ordenadas en territorios circulares,

los viajes archivados en carpetas de olvido,

heroínas apresadas en islas cercadas.
La huida fueron los mares de batallas ondulares,

combates de búsquedas y pérdidas,

sin interesar ya la posesión, sólo la idea.

La frontera de las islas se desdibujo prendida a evocaciones,

fragmentando el mar en cómputos de tiempo,

ayer fueron hebras de espuma. Nudos de mareas el futuro.

La frontera de las islas el pavor la trazó amorfa,

las letras una y otra vez empeñadas en grabarla, tarde,

tan tarde, que la línea quedó desvanecida por las derrotas,

se vició de desgana el aire,
se hizo con las huellas el temblor.
Entonces se bebieron el mar,
les brotó tapándoles la boca,
la oclusión condenó a malditas las estrofas,
así la unicidad relató la historia.
La renuncia silenció a las guerreras
y la desmemoria desmembró los versos.

PENÉLOPE ISLAS: TRÍADA, 2019. Cerámica, esmaltes, tul y madera. Medidas 56 x 30 x 7.5 cm

martes, 22 de enero de 2019

AGUA III, 2019

AGUA II
Allí se llega estatua batida de espuma,

y esquema del viento,

con pasado yermo y algún instante perfecto.

Allí se llega vestida de mareas,

escrita de mañanas y la huella grabada por el tiempo.

Incrustando los talones con el rito iniciado,

arando arena y sal con el cuerpo

mientras se tritura en la boca los sonoros nombres prometidos,

clavándolos, después, con bofetadas fonéticas que rasgan el aire.

Allí se llega con la materia exhausta,

arrugado el peso de los miembros

y paso a paso, embate a embate

cuando de la bruma, el pavor del monstruo emergido.

Medidas: 25 x 34 x 20 cm

domingo, 13 de enero de 2019

AGUA II, 2019

AGUA

Allí se llega estatua batida de espuma,

y esquema del viento,

con pasado yermo y algún instante perfecto.

Allí se llega vestida de mareas,

escrita de mañanas y la huella grabada por el tiempo.

Incrustando los talones con el rito iniciado,

arando arena y sal con el cuerpo

mientras se tritura en la boca los sonoros nombres prometidos,

clavándonlos, después, con bofetadas fonéticas que rasgan el aire.

Allí se llega con la materia exhausta,

arrugado el peso de los miembros

y paso a paso, embate a embate

cuando de la bruma, el pavor del monstruo emergido.

Medidas variables: alto 15 x largo 24 x fondo 18-25 cm

jueves, 3 de enero de 2019

AGUA I, 2019

AGUA (TEXTO II )
Allí se llega estatua batida de espuma,

y esquema del viento,

con pasado yermo y algún instante perfecto.

Allí se llega vestida de mareas,

escrita de mañanas y la huella grabada por el tiempo.

Incrustando los talones con el rito iniciado,

arando arena y sal con el cuerpo

mientras se tritura en la boca los sonoros nombres prometidos,

clavándolos, después, con bofetadas fonéticas que rasgan el aire.

Allí se llega con la materia exhausta,

arrugado el peso de los miembros

y paso a paso, embate a embate,

cuando de la bruma, el pavor del monstruo emergido.

Medidas variables: 21 x 26 x 21 cm

El viaje fragmentado, vendido a la irrupción de intensos lapsus, dando paso a desiertos, erráticos territorios que devienen en locura. Mitos cerrados que nos concluyen en la acritud del argumento escrito. Territorios castrados, la perfección inexistente, irregularidad en la planicie de la existencia, la mácula, la perturbadora ensoñación. Esforzadas subidas de breve cenit, entrañas simuladas, adentro, oculto quietud y miedo, espásticas de descensos dantescos. Posesiones que nos justifican y construyen, heredades que nos pernoctan, conexiones irreales que nos desacreditan, acoplamientos forzados de límpida apariencia. Sinuosidad de lo que fuimos, de lo que somos, de lo que sin duda nunca fuimos y quizás seremos, ser sin saberse o horrorizarse de haberlo hecho. Abandonarse con el pulso extinto y la verdad codiciada. Enredos, caos en una materia aparentemente lineal, secuencia interrumpida por marañas que vencen y desestabilizan la pieza; la ensucian, la debilitan, la rellenan, la embellecen. Sueños cosidos a la realidad, noche añadida a la vigilia, nudos e hilvanes sustentos que permiten la continuidad. Horror vacui. Elementos postizos que destrozan el equilibrio, similitudes en espacios ficticios, procesos inacabados, finales abiertos, finales dramáticos, mito heredado, asimetría o perfección perforada. Hilo conductor extra-corpóreo, versatilidad en las posiciones, intercambiables, suprimibles, mimetismo, accesorios superfluos que ocultan la desnudez, fragilidad del contrapeso.

Acoplamientos deconstruidos, engranajes forzados que impostan lo real, tímidos ensamblajes de incrustaciones temporales, tiempo, más tiempo acumulado en abarrotadas dimensiones de vórtices.

Corazas para habitar la felicidad después de desprendernos, defensas perturbadoras del silencio y del ritmo.

Círculos heridos, óvalos distorsionados, esferas resquebrajadas, significado cíclico, principio y fin, inicio y término de irrupciones vitales. Búsqueda sin hallazgo, la odisea, sed de camino que resulta lastimado, sed de la pregunta, la duda.

Triángulos de trágico descenso, vértices de tres veces, ciudades cementerio, hormigueros, plano rectilíneo como obstáculo a lo diferente.

Óxidos y verdes de la convulsa tierra amamantadas de los postreros viajes, del límite oblicuo, de la frontera traspasada, en doma huidiza esclavitud al patrón.

Rojos de estertores del deseo, de la sangre que nos vivifica, pulsiones que nos adelantan, sufrimientos detenidos, el dolor.

Blancos de la pureza, de la salinidad, del desierto que se explaya, del ojo aquiescente, de silencios de palabras que derraman la verdad.

Azules de la soledad cósmica, de la intensidad, de la idea de libertad devenida.

La no existencia; el negro, lo oscuro, la privación, el retroceso que nos ancla, el deterioro, el anonimato eterno, ponderación entre los siglos y los nombres, las sombras.