Allí se llega bestia indómita,
amputada de la voz y la batalla, rotura prolongada de las fábulas,
desunida de la sombra y del tacto,
desperdigada en la frágil memoria del agua.
Allí se llega desplazando de la madrugada
el último segundo que viola las tinieblas,
guardando el amanecer al olvido hasta poder aprehender la luz,
posándola entre la dermis y el nombre, riendo el delirio y el futuro.
Allí se llega trepando el fin del término, apostando cielos,
nutriéndose de polvo, volando la sangre del designio,
sin pertenecer a las sombras ni a la luz,
siendo de la penumbra que pare monstruos y diosas.
PIÉLAGO IX, 2020. Cerámica, esmaltes, alambre y madera. Medidas 40 x 28 x 15 cm
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