miércoles, 25 de abril de 2018

LA DEVORACIÓN DEL IRIS I, 2018

LA DEVORACIÓN DEL IRIS
Volveréis con el iris devorado del que sabe la proyección del rito ofrecida con matiz de novedad,
entonces pariréis indefensos y extraños las horas alargándoos en la pregunta y
y seréis duda. Dobles. Intérpretes de otros actos.
Volveréis dándoos por otros. Explayándoos en el juego. Constriñéndoos en la derrota.
Entre tiempo y tiempo os recompondréis sublimes y viajaréis.
Viajaréis incansables a la voz para el destierro del gesto.
Seréis torre. Os distanciaréis.Volveréis en tanteo sempiterno de la respuesta.
Regresaréis ebrios de tintas azules desprendiendo esquirlas en cada viraje,
siendo los añiles abortados en un ceremonial virgen.
La fuerza de esa sombra apegada a la materia llenará hacinadas oquedades,
redoble de silentes sonidos, inmenso nido de huecos.
La eternidad no existirá mientras vosotros, obsesos, la buscaréis en cada imagen,
en todos los temblores guturales, en cada caduca posición, en cada tacto indeciso,
en agolpada memoria de sacudidas oculares.
La eternidad no existirá mientras vosotros, ilusos de inmortalidad,
la buscaréis en la parcela de un único minuto combando allí la existencia.
Regresaréis construyéndoos torre en vosotros mismos, mordaza por tormento,
ocultándoos en un lecho de verbos, estrecho ataúd de frases,
repudio de la piel y del vocablo.
Y volveréis. Volveréis al desierto con la palmas estériles,
un negro sol las plegará cegándoos la entrada.
Viviréis de la intriga como lo absoluto, desconcierto al alba corrupta,
de la residual acritud de la entrega a la nada.
Viviréis de la nada. Regresaréis a ella.
Viviréis en ella porque habéis viajado a su región.
Las oníricas noches metódicas heredarán la vigilia de la devoración de iris,
la secuencia de lo real os encontrará ausente.

LA DEVORACIÓN DEL IRIS, 2018. Cerámica, esmaltes, alambre, PVC y malla metálica. Medidas 100 x 90 x 21 cm

miércoles, 18 de abril de 2018

PENÉLOPE: TRÍPTICO II, 2018

Nombre soplado al aire arrastrando la última vocal de otro nombre,
expulsado en un caos de encajes de letras que dan la espalda a la playa
y después, el cercado de las islas hacinando de ecos las tardes.
Ocasos como puñales. Vísperas de espera,
amaneceres rompiendo su perseverante odisea de hilvanes.
Su viaje son los delirios.
Cose su secundaria soledad a la epopeya de sirenas y Polifemos
mientras naufraga bordando un manto de aquiescencia de destino,
mortaja de sus días, cárcel de sus noches,
segmentando periodos entre lo hecho y lo rehecho en un cómputo sin hazañas.
Teje su nombre unido a otros, entrecruza engaño con engaño,
cada gesto un sol, un mundo, ágiles dedos de frontera,
una vuelta: un sueño creado, otra: un sueño afianzado;
con las sombras, el enredo de los sueños frustrados.
La caligrafía escuálida de su parco significado ha aprisionado su imagen estática,
reinando milenios de castidad, gasa y rueca.
Costurera de esperas, no de épica.
Constriñendo  los atados dedos al rutinario hilado, en estatuario mantra de evasión
y monótonos los pensamientos los va enriqueciendo de secretos.
Así las hebras colgadas de sus yemas parecen un talismán,
acogido porque trabajan su infierno y sus frases,
le infesta de visiones, fiebre y sangre.
Así, inmóvil, Penélope vive el vértigo del misterio, la vorágine del vértigo.
En gineceo de témpano, prisión de su piel deshace sudario y muere anhelos,
se ha hecho vieja en el recuerdo y se ha hecho eterna,
obediente zurcidora de otras vidas.

Medidas 52 x 52 x 16 cm

lunes, 9 de abril de 2018

PENÉLOPE: PARTIDA, 2018

(...) Así, inmóvil, Penélope vive el vértigo del misterio, la vorágine del vértigo.
En gineceo de témpano, prisión de su piel deshace sudario y muere anhelos,
se ha hecho vieja en el recuerdo y se ha hecho eterna,
obediente zurcidora de otras vidas.
Medidas 46 x 23 x 7 cm

jueves, 5 de abril de 2018

JARDÍN DEL MAL I, 2018

Que nadie diga que la ciudad no tiene colores del luto de tonos trazados con mapas de plástico,
Ahí fuera una vastedad en donde los sueños no pasean solos las esquinas,
depósitos de gestos infecundos, bellos rostros uniformados, recipientes del caos,
pobladores de alturas y pobladores de sombras,
leviatanes de sí mismos, repelidos pasajeros del cielo,
pantallas que habitan la impostura en nichos que venden tierras de hormigón.
Que nadie te diga que los grises no expanden su extensión hasta devorar los verdes
ni que las raíces calcinadas harán lecho de futuros.
Ahí fuera la ciudad viste vértices esclavos de sus cúspides, subyugados a sus planicies.
Que nadie te diga que lo plomizo no te cerrará los párpados a curvilíneas fronteras,
aunque le hubieses peleado a la calle todo el anonimato y reconciliado la voz con la palabra,
el verbo morirá en monosílabos que ya no sabrán deletrear el amanecer,
sudando urgencia mientras derramabas lentamente el tiempo.
Que nadie te diga que sembrarás memoria
y recogerás, cuando el cielo tan nítido hiere, la calma de la nada.
Ya no habrá una luz pausada que te detenga.
La historia sucederá sin ti.
El infierno también.


JARDÍN DEL MAL I, 2018 Cerámica, esmalte, tejido y malla metálica. Medidas  100 x 38 x 38 cm

martes, 3 de abril de 2018

PENÉLOPE: JAIPUR, 2018

(...)La caligrafía escuálida de su parco significado ha aprisionado su imagen estática,
reinando milenios de castidad, gasa y rueca.
Costurera de esperas, no de épica(...)




Medidas 31.5 x 29.5 x 8.5 cm