miércoles, 8 de septiembre de 2021

HOGAR, DULCE HOGAR: RECLINATORIO

Sale a la ciudad, están con ella los lobos,
bate un miedo íntimo en la piel.
Habla mil voces, ningún grito. Manso humo de aliento.
Viste el cuerpo de limpio,
lleva puesto todos los errores del mundo
y las venas hinchadas de urgencia.

Entra en la ciudad, los lobos danzan sus pasos,
lamen la intemperie en las encrucijadas,
olfatean los tobillos y aúllan.
Aúllan pájaros negros como cenizas sonoras,
silencios construidos como muros de regueros,
como algodones, infiernos que levantan el alba con rubor,
apariencias derramadas como ramilletes de fiebre,
como témpanos, sueños de futuro y encajes.
Aúllan a los hogares sin lechos; a llantos de lechos corrompidos,
a atrancadas entradas; a barricadas de entregas;
a los indolentes comidos de invierno tras el cristal.

Los anacoretas urden planes de huida.
Los sabios empujan la puerta entreabierta al templo,
los lobos protegiéndole, ululan una voz más que la concluye.
Un mar y un cielo se circundan en grises,
amanece, eterno, determinante.
Regresa a la torre.



HOGAR, DULCE HOGAR:  RECLINATORIO, 2021. Cerámica, esmalte, encaje y cojín. Medidas 31 x 38 x 38cm.

miércoles, 1 de septiembre de 2021

PIÉLAGO X, 2021

 AGUA (TEXTO III)

Allí se llega bestia indómita,
amputada de la voz y la batalla, rotura prolongada de las fábulas,
desunida de la sombra y del tacto,
desperdigada en la frágil memoria del agua.
Allí se llega desplazando de la madrugada
el último segundo que viola las tinieblas,
guardando el amanecer al olvido hasta poder aprehender la luz,
posándola entre la dermis y el nombre, riendo el delirio y el futuro.
Allí se llega trepando el fin del término, apostando cielos,
nutriéndose de polvo, volando la sangre del designio,
sin pertenecer a las sombras ni a la luz,
siendo de la penumbra que pare monstruos y diosas.
PIÉLAGO  X, 2021. Cerámica, esmaltes, madera y alambre. 27 x 13 x 11 cm.