inmóvil tú, prescindiendo de la acción,
nutriéndote de una discontinua inquietud,
sabiéndola cementerio de mañanas,
querrás acotar el margen de su límite veleidoso,
siempre el mismo itinerario estéril a su desierto, indómitamente abrasador,
cárcel las pupilas del silencio en la baldía extensión.
Volverás la mirada todas las mañanas,
la composición rota en el combate de la doma de lo soñado,
aún recogerás las cenizas entre las yemas, siempre olvidándote del amanecer,
y perdonarás la sofocante humillación con que se postergaba el aire
aunque no te hallará la paz en la falsedad de las oblicuas estancias de ser.
Volverás la mirada en búsqueda de la primigenia semiesfera,
licuando en una bola inacabada el fraude y la ilusión,
rebotando sin fin al lugar inalterable de la pérdida.
Volverás la mirada impregnada de la opacidad de la penumbra,
girando arremolinada mientras en cada vórtice muda el designar de las palabras,
regresarás en un anular cautiverio ficticio,
matarás la luz e inane, te cabalgarán las sombras.
OJOS DE TRÁNSITO, Nº II, 2017. Cerámica negra, esmalte y tul negro. Medidas variables.115x35x27 cm
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