En el camino, a tientas, palpando recuerdos que habrán sido una fugaz persistencia,
un golpear fronterizo nutriente de la codicia de los días, la desidia de las noches
y el pasado de las pausas, las mismas que apuñalaron o desconocieron el regreso.
En el camino, a tientas, el aire viciado de sombras exigirá del ayer las luces,
cuando huellas levantadas en conciertos de espacios y tiempos,
residentes en la lejanía de la voz fueron pobladoras de límites.
En el camino, a tientas, esclavizando los pasos a futuros escritos,
temblando en las manos la penumbra del exiguo porvenir,
dejándolos pasajeros autómatas, mientras van ordenando con caos el viaje.
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