Descenso de Inanna a los infiernos ( Literatura Sumeria)
"Entonces Ereshkigal amarró el ojo de la muerte sobre Inanna.
Mi hija anhelaba el Gran Arriba.
Inanna anhelaba el Gran Abajo.
Aquélla quien recibe los me del inframundo no regresa.
Aquélla quien va a la Ciudad Sombría allá se queda".
"Entonces Ereshkigal amarró el ojo de la muerte sobre Inanna.
Mi hija anhelaba el Gran Arriba.
Inanna anhelaba el Gran Abajo.
Aquélla quien recibe los me del inframundo no regresa.
Aquélla quien va a la Ciudad Sombría allá se queda".
Partía del fin del mundo, demasiadas fronteras caminadas,
inmolando en cada límite la conciencia
porque el tiempo lo llevaba entre las yemas como el viento.
No le urgía la vida mientras era dominio del abismo,
la quietud le mudaba el concepto desviándolo a lo inapelable.
En el fin del mundo no existía la búsqueda de la sensación perdida,
tampoco inquirir al ayer si fue tan trágico,
ni si los indicios eran perfectos engaños
deviniendo esa momentánea sensación de sosiego.
deviniendo esa momentánea sensación de sosiego.
Escuchaba los sonidos salpicándole la boca,
ecos intrusos de los sueños, lentamente decantándose,
esparciéndose en ese trágico fondo de infierno.
En el lugar del fin las palabras se perdieron en otras fosas,
las simas asolaron los matices
y la duda, que llegaba haciendo tiritar el instante se detuvo,
engulléndose a sí misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario