Hay tierra que decrece su ritmo
y palabras rotundas preñadas de arena.
Hay una cúspide de ayeres vistiendo el rostro,
una ingrávida frente de los sueños.
Hay una incaminada ciudad recorriendo las venas,
un hueco perfecto derramándose entre las frases y la cordura.
Hay pactos de infierno viajeros de los 9 círculos,
territorios imposibles de frontera de deuda.
Hay vástagos paralelos en las esquinas de las noches,
entre las pestañas paisajes claudicados de huidas.
Hay bocas que fruncen rictus,
palabras vencidas en cómputos de noes,
laberintos de saliva ofuscados de fe,
unicornios de enfado o ira
y glosando lo indecible se repletan arcas de olvido.
y palabras rotundas preñadas de arena.
Hay una cúspide de ayeres vistiendo el rostro,
una ingrávida frente de los sueños.
Hay una incaminada ciudad recorriendo las venas,
un hueco perfecto derramándose entre las frases y la cordura.
Hay pactos de infierno viajeros de los 9 círculos,
territorios imposibles de frontera de deuda.
Hay vástagos paralelos en las esquinas de las noches,
entre las pestañas paisajes claudicados de huidas.
Hay bocas que fruncen rictus,
palabras vencidas en cómputos de noes,
laberintos de saliva ofuscados de fe,
unicornios de enfado o ira
y glosando lo indecible se repletan arcas de olvido.
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