La renuncia las paseó ordenadas en territorios circulares,
los viajes archivados en
carpetas de olvido,
heroínas apresadas en
islas cercadas.
La huida fueron los mares de batallas ondulares,
La huida fueron los mares de batallas ondulares,
combates de búsquedas y pérdidas,
sin interesar ya la posesión,
sólo la idea.
La frontera de las islas
se desdibujo prendida a evocaciones,
fragmentando el mar en
cómputos de tiempo,
ayer fueron hebras de
espuma. Nudos de mareas el futuro.
La frontera de las islas
el pavor la trazó amorfa,
las letras una y otra vez
empeñadas en grabarla, tarde,
tan tarde, que la
línea quedó desvanecida por las derrotas,
se vició de desgana el aire,
se hizo con las huellas el temblor.
Entonces se bebieron el mar,
les brotó tapándoles la boca,
la oclusión condenó a malditas las estrofas,
así la unicidad relató la historia.
La renuncia silenció a las guerreras
y la desmemoria desmembró los versos.
se hizo con las huellas el temblor.
Entonces se bebieron el mar,
les brotó tapándoles la boca,
la oclusión condenó a malditas las estrofas,
así la unicidad relató la historia.
La renuncia silenció a las guerreras
y la desmemoria desmembró los versos.
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