AGUA
Y pudiste llevar los heridos pies hasta el agua
Y pudiste llevar los heridos pies hasta el agua
olvidando el camino de regreso,
habiendo deletreado muchas veces la huida del cuerpo
al cortejar las olas con la tibieza del abandono.
Pudiste haber luchado, embate a embate
para abarcar la orilla y, paso a paso,
deglutir toda la salinidad con la boca amoratada.
Pudiste cargar tu memoria con todos los innombrables,
los que no han hablado, los mutilados del alma,
los que no han hablado, los mutilados del alma,
y llevar hasta la sima tu nombre innominado
mientras flotabas con la materia desprendida
y lamías a la espuma el secreto guardado en la lengua.
Hubieras podido, si la frontera anhelada hubiera detenido su anclaje
y en el momento de palparla no huyese a otro límite infernal.
Hubieras podido, si la frontera anhelada hubiera detenido su anclaje
y en el momento de palparla no huyese a otro límite infernal.
AGUA II, 2017. Cerámica, esmalte e hilo de algodón. Medidas 35 x 21 x 23 cm.
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